Carta al amor de mi vida
Sábado, Marzo 2018
Nueva York, NY
Mucho gusto.
Aunque para serte sincera, no sé si nos conocemos en persona. Quizá hemos cruzado momentos, palabras y risas juntos. O quizá sólo hemos compartido el mismo espacio sin saberlo.
Estoy segura que al igual que yo, también estás buscando por mi. Consciente o inconscientemente. No te culpo, a mi también me pasa. Sobre todo en esos momentos en los que la soledad pega ¡Uff vaya que ahí te busco!... Y que decir de aquellos ratos en los que tanta felicidad con la familia dan ganas de presentarte hasta con la abuelita.
Te he soñado. En los sueños profundos, esos que me revelan planes qué sólo Dios tiene preparados para nosotros. Y también en los suspiros, los que están llenos de esperanza por todos los viajes que haremos. JUNTOS.
Sin embargo, ninguno nunca me ha dado pistas de tu apariencia. Y no me pregunto como serás. ¡Me encantan las sorpresas! Muy apuesto seguramente. Con un estilo que haga match con el mío. Eso tengámoslo por seguro.
Me han hablado mucho de ti. Esas parejas a las que les pasan los años y la felicidad les va sumando momentos juntos. Me han contando lo increíble que es estar contigo. Pero también lo difícil que podemos llegar a ser.
Sin embargo, sé que nada será suficientemente duro o complicado para separarnos. Y es que nos va bien trabajar como equipo. Por que estamos juntos en esto a lo que llamamos vida.
Conocemos la pasión desde otro punto. Aquella que nos hace despertarnos día a día para cambiar perspectivas desde nuestro trabajo. Esa que nos deja disfrutar de hobbies y nos llevó a viajes en lugares que nos enseñaron y nos marcaron. Que nos prepararon ser quien somos. Para estar listos el uno para el otro.
A veces te extraño. ¿Irónico no? Y pienso. TE PIENSO...
¿Dónde nos conoceremos? ¿Cómo nos reencontraremos? ¿Cuántas historias tendrás para contarme y yo para decirte? ¡Sólo imaginarlo me emociona!
No tengo miedo. Ni dudas. Por que para nosotros no hay tiempos marcados por un reloj. Simplemente momentos. Y sé que EL NUESTRO llegará. Sin importar la nacionalidad o el idioma. El país del que vengamos o en el que habitemos. Sólo sé que llegarás.
Y un día. cuando pasen los años en nuestra cama. Con miles de fotos a nuestro alrededor qué conmemoren y platiquen nuestros recuerdos favoritos y claro, un perro al final del colchón, (me conoces, amo a los perros ❤🐶) abriré esta carta. La leeré para ti. Y todo tendrá sentido...
Mientras tanto, tomemos el tren de la "espera". El que nos regresará a la estación donde inicio todo. Y me dará gusto encontrarte con un ticket al mismo destino.
- Karen
