Cuando Fer escribió sobre mi. Parte 1
Hace un par de años y gracias a Walter Isaacson, (autor de la biografía de Steve Jobs) descubrí lo importante que sería para mí encontrar a la persona que describiría mi vida en papel y tinta.
Walter relata al inicio del libro, que Jobs lo contactó para pedirle que hiciera una biografía REAL de su vida. Sin tapaduras, ni clichés. Simplemente mostrar lo que hacía que Steve Jobs fuera la leyenda que fue. Fueron meses de investigación para Isaacson, pero el resultado fue MÁGICO! Steve vivió hasta leer el libro, sin embargo el éxito de esté nunca lo disfrutaron juntos debido a la muerte de Jobs. Yo decidí que eso no me pasaría. Sabía que disfrutaría el leer algún texto sobre mi vida, escrito por alguien que tuviera la facilidad de transmitir lo que soy. Pero en ese momento simplemente se lo dejé al destino.
Conocí a Luis Fer Padilla (simplemente Fer para mí) durante una de las múltiples conferencias que di en mi última visita a México, sin embargo, fueron meses después cuando me contacto y nuestra complicidad comenzó. Fer estudia en la UNARTE, de las escuelas más creativas que he visitado durante mi papel como conferencista.
No sé si fue el quien me escogió o yo, que decidí participar en su proyecto, pero si hoy pudiera decidir quién sería el autor de mi biografía, justo como lo decidió Steve Jobs, sin duda Fer estaría en mi top 3.
Meses después, me sacudo las penas para compartirles este retrato escrito que mi cuate (como el dice) realizó sobre mi. Hay detalles de mi vida en estas líneas que no las platico en redes sociales o comparto tan fácil, sin embargo, Fer supo contarlas de la mejor manera.
Espero disfruten esta primera parte tanto como yo.
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Se prenden las luces del auditorio y los aplausos continúan adulando a Karen. En medio de todo el ruido se destaca su sonrisa nerviosa, que se ve aún más blanca por su apiñonado color de piel y su chaleco verde con parches. Interrumpe de manera prudente al público para pedir una foto grupal. Hecho esto, comienza a repartir tarjetas de presentación a los universitarios y docentes.
Después de esquivar a algunos alumnos logro obtener la mía, la guardo en mi cartera y me retiro.
–Me acuerdo perfecto de ese día, estaba trabajando en una empresa que se dedicaba al marketing, redes sociales y cosas por el estilo. Tenían un portal de noticias y yo llevaba la parte de moda, era la editora de esa área– cuenta Karen desde Nueva York, vía telefónica. –Entonces, iba manejando camino al trabajo y me pregunté: ¿qué hago aquí? Me senté en mi rutinario cubículo y todo el día me quedé pensando si esa era la vida que realmente quería para mí. Nunca me vi metida en una oficina 24/7 y menos en una oficina tan banal y básica. Las preguntas me seguían llegando: ¿qué estoy haciendo de mi vida? Sentí que no era algo en lo que pudiera trascender, motivar o inspirar a los demás. Más tarde le conté a mi papá cómo me sentía y esa misma noche compré mi vuelo. Básicamente fue el día que sentí que no estaba haciendo algo con mi vida y fue el día en que todo cambió.
–Karen desde los ocho años supo lo que quería ser, se la pasaba leyendo. Le encanta leer– me dice Arantxa de 22 años, hermana de Karen. Arantxa estudia asesoría de imagen.
–También dibujando– agrega Carlos Macías, padre Karen. Es periodista y actualmente escribe columna para diversos portales digitales.
–Recuerdo que nuestra tía le traía las ediciones especiales de la revista Vogue.
La madre de Karen falleció, aproximadamente hace cuatro años, en un accidente automovilístico. Su hermana menor, también iba en el vehículo. Afortunada o desafortunadamente ella sólo tuvo que permanecer algún tiempo en silla de ruedas después del accidente. Karen no suele contar esta parte cuando relata el “antes” de su vida en Nueva York. Al parecer no le agrada la idea de que la gente la tome como víctima, como princesa que huyó de un cuento de Walt Disney.
–Siempre fue muy decidida. Cuando tenía nueve años quería ir al concierto de “amigos por siempre” pero mi mamá no quería llevarla. Entonces el día del concierto tomo su mochila de Winnie Pooh y le dejo un papel a mi mamá que decía: “mamá me fui al concierto, llevo diez pesos”. ¡Era una niña! Mi papá salió a buscarla hasta que la encontró, la reconoció por la mochila. Al final si la llevaron al concierto– cuenta la hermana de Karen, mientras echa carcajadas. Carlos sólo asiente con la cabeza y ríe.
–Desde chicas las dejé tomar sus decisiones. Cuando las llevábamos a comprar ropa dejábamos que escogieran lo que quisiera. Así fue como aprendieron a hacerse responsables de las decisiones y también a tomarlas con seguridad. Cuando llegó el momento de que escogieran una carrera universitaria, nunca las cuestioné, les di mucha libertad porque sabía que iban a cumplir y porque les tengo confianza.
Es notorio que para Karen la vida dio un giro en cuánto compró un boleto a Nueva York. Ella no suele hacer referencia a su pasado, más allá de contarme que siempre le gustó viajar, que siempre fue una niña hiperactiva, que su mamá le compraba libros bibliográficos de personajes importantes en el mundo de la moda.
–Siempre leía que tal y tal diseñador estudió en el FIT. ¡Y no inventes! El primer día que fui a clases al FIT, entré llorando. Ya sé, ya sé que se escucha muy loco, pero estaba muy orgullosa. No puedo creer que estoy estudiando en esta escuela donde Calvin Klein... es decir ¡Calvin Klein! Y a Carolina Herrera y Michael Kors y todos estos grandes diseñadores estuvieron en los mismos salones. Extraño mi país, extraño a mi familia. Pero vale la pena.
Una de las primeras preguntas que les hice a Carlos y Arantxa fue si extrañaban a Karen. Ambos contestaron que no, casi sin pensarlo. No parece sorprenderles la independencia de Karen y por lo que me cuentan acerca de ella y su hambre por viajar y probar nuevas cosas, a mí tampoco me sorprendería
Parece que fue una jugada del destino el hecho de que Karen hoy en día esté viviendo sus sueños...
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- CONTINUARÁ -
Fotos: El archivo de mi vida & Christian Zuñiga
Mi outfit:
Total look: Zara
Botas: Steve Madden
Pulseras: Victoria Emerson
