Cuando Fer escribió sobre mi. Parte 2

La semana pasada les compartí la primera parte de esta historia que mi buen amigo Luis Fer Padilla escribió sobre mí. ¡¡La respuesta que tuve de todos ustedes fue increíble!! ¡MUCHAS GRACIAS! No saben lo feliz que me hizo leer sus mensajes y sobre todo, saber que FashionTopic se ha convertido en un espacio de inspiración y motivación para luchar por eso que sueñan ❤ (Si aún no la han leído, píquenle aquí..)

Como lo prometido es deuda, aquí esta la segunda parte de esta mini biografía que me ha hecho volver al baúl de los recuerdos y compartir esos secretos que no cualquiera había logrado conocer de mí. Desde la relación con mi mamá, mi primera vez en Nueva York y ese trabajo de mesera que tanto me enseñó (siiii, aunque no lo crean trabajé de mesera en una taqueria jajajaja) hasta como me veo en un futuro 🙊

Hoy ustedes forman parte de esta nueva complicidad. Esta soy yo. Esta es parte de mi historia. Y lo mejor, ¡sin ningún filtro agregado!

¡Que la disfruten!

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Continua...

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Parece que fue una jugada del destino el hecho de que Karen hoy en día esté viviendo sus sueños.

"Cuando eran chicas las llevé a Disneylandia. Y recuerdo que cuando regresé un amigo me preguntó qué fue lo que más me había gustado de Orlando. Le conteste que la cara de fascinación de mis hijas" – me cuenta Carlos. – "Era un paraíso para ellas."

– A mi mamá nunca le pareció buena idea que me fuera. Se enojó conmigo cuando me fui de intercambio a Argentina y también le enojaba la idea de irme a Nueva York. Mi papá era diferente, él siempre me dijo que tenía que conocer, que viajar, me apoyaba más en esas cosas. – me cuenta Karen de manera natural, como cuando cualquiera habla de sus papás y los errores que han cometido. Sus ojos revelan que mientras habla le llegan recuerdos. –Yo me graduaba en diciembre de aquel año, estaba con lo de la tesis, dedicada completamente a la colección que debía presentar para terminar la carrera. Mi madre falleció en Octubre. Fueron esos meses los que me hicieron cambiar, fue cuando comencé a trabajar, en Puebla. La gente me decía que ocupará el puesto que tenía mi mamá en el trabajo, que me quedara en México. Mi papá fue el que habló conmigo y me aclaro que lo que había pasado no era mi culpa, que yo no debía tomar el papel de mamá con mi hermana, que no tenía por qué detener mis sueños.

Cualquiera pensará que fue egoísta por parte de Karen abandonar a su familia después de tal suceso, pensarán que fue una buena manera de huir de la situación.

–...Definitivamente, incluso yo dudaba de lo que estaba haciendo. Sabía que le hacían misas a mi mamá, sabía que lo estaban pasando mal mi papá y mi hermana. Pero la verdad es que yo también la estaba sufriendo, la recordaba sobre todo cuando comencé a trabajar en la taquería. “¿No sabes trapear? Entonces ve a lavar los baños”. me decían y me acordaba cuando mi mamá me repetía que tenía que aprender a hacer esas cosas porque no siempre iba a tener una casa con una muchacha que hiciera el aseo. En mi casa nunca aprendí a hacer esas cosas y en Nueva York tuve que aprender, trabajar para comer, para pagarme la escuela...

Resulta interesante que a pesar de que la mamá de Karen no apoyaba la idea de que se fuera, parece que indirectamente la estaba preparando para esa vida, para ese inicio en Nueva York. Me cuenta que sus compañeros en el restaurante le hacían burla por tener una licenciatura y estar trabajando en una taquería de la gran manzana. Sin embargo, me queda claro que fue una de las lecciones más grandes que tuvo al llegar.

Después de posponerlo tantas veces debido a que Karen o yo no podíamos coincidir, por fin se dio la oportunidad de hacer una video-llamada un Domingo a las nueve de la noche. Se abre la imagen y veo a Karen con una playera blanca, el cabello medio recogido, una pared blanca al fondo y un foco con luz de tungsteno iluminaba el área. La primera vez que teníamos una conversación viéndonos la cara (por pantalla). Sonriente me saluda y comenzamos a ponernos al tanto de nuestro día. Me percaté de las similitudes que nuestras vidas tienen, o por lo menos que nuestro Domingo tuvo.

–¿Qué sigue?

–Dejar huella, definitivamente. Quisiera un libro, aunque creo que debería tener una historia lo suficientemente impactante para hacerlo. Quiero probar suerte en Sudamérica, en Europa. Quiero todo México. – me dice mientras se acomoda el peinado, sus pómulos se elevan para terminar en una risa nerviosa. –No sé, me veo a los cincuenta años viviendo en México tal vez, pero no me veo estando ahí todo el año. No puedo, no puedo quedarme en un solo lugar, trabajando en una sola cosa. No puedo y no quiero.

Estuvimos un buen rato platicando sobre los ídolos que a los que ha conocido, recientemente a Iris Apfel (ícono de la moda), a quien ha admirado desde niña. Me platicó que no pudo entrar a trabajar para Ralph Lauren y la justificación que le dieron fue que lo que hacía Karen era demasiado bueno como para darle un puesto de asistente. Finalmente quedamos en tomarnos un café...o una cerveza en cuanto llegue al país. Las chocamos virtualmente, me deseo éxito en la semana y nos despedimos. Ella en Nueva York, yo en Puebla. Un domingo a las 11:40 p.m. aproximadamente.

Quedándome con un buen sabor debido a la conversación me llega el recuerdo de aquel Lunes, en el que la desesperación por tener un perfilado, me estaba matando y por alguna razón revisé mi cartera y encontré aquella tarjeta que me dio el día de la conferencia, le escribí esa misma noche y el martes en la mañana nos estábamos pasando números. Sinceramente si yo tuviera el estilo de vida neoyorquina que tiene Karen no sé si me tomaría el tiempo de ayudar a un estudiante en su entrega, por alguna razón ella tomo esa decisión.

–Karen siempre ha estado un paso adelante, siempre busca estar arriba. Cuando eran los desfiles de la universidad o en la graduación, Karen era de las que estaba como organizadora o en el comité. Tengo la certeza de que va a llegar muy lejos y creo que ella también cuenta con esa certeza hoy en día. Antes cuando no lograba lo que se proponía se frustraba, ahora lo acepta y sigue adelante–. Dice Arantxa con cierto orgullo.

–A veces los arboles no dejan ver el bosque. Karen a aprendido a ampliar su perspectiva y enfrentar la vida con todos los valores que nosotros le hemos dado–. Agrega el padre de Karen.

–Se nota que estudias periodismo, escribes muy bien. Gracias por escogerme. – Me dijo ese mismo día y me puse a escribir. 

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FOTOS: EL ARCHIVO DE MI VIDA & CHRISTIAN ZUÑIGA

Mi outfit:

Total look: Zara

Calcetines: Happy socks

Sneakers: Adidas

Clutch: Vintage