Aquí y ahora sin smartphone

Tengo mil cosas que contarles desde la última carta que les escribí... Sin embargo, hoy sólo quiero compartirles algo que aprendí estos días...

Es impresionante el poder que tenemos de comunicarnos hoy en día. Como blogger les puedo confirmar que mi celular y yo somos uno mismo - así tipo la canción de Timbiriche haha - Literal es mi oficina móvil y si algo le pasa, no es broma, me da un infarto - se escucha dramático pero estoy segura que muchos compartimos este sentimiento - 

Hace unos días, tuve de visita a mi familia en Nueva York y decidí bajarle dos rayitas a mi dependencia al celular.

Me gustó tanto ese sentimiento de guardar un poco de privacidad y dejar volar la imaginación de aquellos que están del otro lado de la pantalla. Dejar de lado mi iPhone, me hizo darme cuenta también, que no soy la única que sufre de esto.

Hoy en la playa, entre la plática con mis amigas, la arena y el calor, sacar mi celular de la bolsa no  era opción. Así que me desconecté y DISFRUTE. Me relajé y observé. Fue una mezcla de decisión propia y del ambiente diciéndome que el presente esta a un "bloquear y desbloquear" tu celular.

Hay que admitir - y con mucha pena - que en esta era cibernética, a veces es difícil tener un balance. Quieres compartir esos instantes que capturas en fotos o videos a tantas personas digitales, que olvidamos de vivir la experiencia con aquel que nos ayuda a capturar ese instante.

Así que me descubrí creando mis propias reglas, tipo: no celular en la mesa al momento de comer o Instagram sólo en tiempos muertos, entre otras.

Es inevitable no formar parte del "edit & share" en estos días y desconectarnos unos minutos del momento para conectarnos a compartir instantes que a veces sólo los recuerdas por la foto y de la experiencia sólo queda una vaga memoria.

Así que hoy te invito a DISFRUTAR. Las reglas las pone cada uno de nosotros, por que se vale, todos tenemos diferentes ritmos de vida, sin embargo, que no se nos olvide que sólo hay un aquí y ahora a lo que llamamos vida.

Con cariño,

- Karen

Fotos: Ere Siordia